Pierrot~
Este texto contiene romance. Si no te gusta este género no leas. Gracias~
A las 5 de la tarde acabaron los preparativos y la gente comenzó a entrar en la carpa. Los corazones de los "actores" latían con fuerza, quizás porque era la primara vez que actuaban delante de tanta gente. Carcajadas y sonrisas era lo que reinaba en el público. En la mayoría del público...
Tras muchas actuaciones, una pelota saltarina entró al escenario. Encima suya, un chico joven mantenía el equilibrio como por arte de magia, gritando una frase sin cesar:
"¡Mi trabajo es haceros reír!"
Una máscara tapaba su rostro... Pero podía ver a través de unos agujeros. Amaba ver cómo la gente reía, y, cada vez que alguien soltaba una verdadera sonrisa, caía sólo por él. De toda la multitud, se fijó en una chica que en vez de reír, lloraba. No podía hacer nada, debía acabar con la actuación... Pero se esforzaría por hacerla sonreír. Ni los malabares ni caídas absurdas... Nada.
El circo se vaciaba. La chica se fue sollozando, y aquel "pierrot" fue tras ella.
-¡Eh! ¡Eh! ¿Qué te pasa?
Se giró. Con la manga de su chaqueta, secó las lágrimas y susurró un débil "¿Es a mí?"
-Sí. ¿Por qué lloras?
-¿Acaso te importa? Sólo eres un payaso-dijo en tono arrogante-.
-Uh eso me ha dolido-y estalló en risas-. No, en serio, yo haría lo que fuera por hacerte feliz, un rostro tan hermoso como el tuyo ¡no debe verse afectado por tantas lágrimas!
-Déjame en paz...-se intentó girar pero el chico la detuvo.
-Realmente, ¿qué es lo que sientes? Si sientes felicidad ríe. Si te enfadas, grita. ¡Es algo natural-ella se sonrojó. "Ya sé cuidarme sola" deseó haberle dicho, pero algo le impedió decírselo... Quizás sabía que tenía razón.-! Mira... Yo me llamo Uuto-sonrío-. ¿Tú cómo te llamas?
-¿Cómo sé que puedo... Confiar en ti? te acabo de conocer ahora y me tratas como si fuéramos amigos de toda la vida.
-Si no pudieras confiar en mí tanto como yo confío ahora mismo en ti, no te hubiera dado mi nombre, ¿no?
La chica se sonrojó un poco.
-Nanami... Me llamo Nanami.
-Bonito nombr- fue cortado por un grito de su jefe. "Uuto, vago, ¡vuelve al trabajo!"-... Lo siento, debo irme. Espero volverte a ver-le guiñó un ojo-. Ya sabes donde encontrarme.
-Uh... De acuerdo.
Uuto, al salir corriendo, se tropezó varias veces. Cada vez que lo hacía se giraba y sonreía... Nanami sonreía con él.
~
Así pasaben los días. Todos los días, Nanami iba al circo y veía actuar a Uuto, que poco a poco se había convertido en su mejor amigo. Hablaban todos los días y compartían sonrisas, lo que los había unido fuertemente. Todo eso cambió con unas pocas palabras:
"El circo se va"
Cuando Uuto le explicó esto, a Nanami le entraron ganas de llorar.
-No te preocupes, volveremos aquí... Además, he preparado un número nuevo para la despedida este sábado...¡Espero verte!
-Claro...-sonrió forzadamente.
-Recuerda... Estaré bien... ¡Estoy bien!-sonrió.
~
La carpa ese día estaba llena. la gente se lució como nunca, ¡fue una noche genial! Acrobacias y saltos, tropiezos y alguna risa escapada, reinaban en el ambiente... Las luces se apagaron. Un pierrot apareció en un poste a ¿8? metros de altura.
-Estará bien... Está bien-susurró Nanami, y aplaudió.
Uuto se movía confiado por el cordel, amagando algún intento de parecer que caería, para añadirle lo que él llamaba "emoción".
Ahora~