One Shot: Lugia y Ho-Oh
El mundo de los Pokémon está sumido en el caos. Los Pokémon legendarios se han vuelto locos, están destruyendo todo a su paso. Tengo que hacer algo pero... ¿qué? Tan solo soy una cría, y esos Pokémon pueden acabar conmigo en un abrir y cerrar de ojos...
Perdonad, no me he presentado. Me llamo Chloe, soy una entrenadora que viajaba por Johto cuando ocurrió esto. ¿Qué que es esto? No sabría explicarlo... Simplemente los Pokémon se han vuelto locos. Articuno, Zapdos, Moltres, Raikou, Entei y Suicune. Nadie sabe que les ha pasado. Empezaron a destruir todo lo que veían.
Ya no queda nada de Ciudad Olivo... Yasmina intentó detenerlos pero, aunque dio su vida por intentar proteger a los habitantes de su ciudad, no consiguió detener a los Pokémon legendarios.
Débora y yo volvíamos a Ciudad Iris después de colaborar en la búsqueda de supervivientes de Ciudad Olivo. Débora montaba sobre su Dragonite y yo sobre mi Charizard.
¿Cómo vamos a detener a esos Pokémon?
Permanecí en silencio.
Charizard estaba cansado, había volado mucho y había trabajado. Le susurré al oído mientras le acariciaba el cuello:
Tranquilo, ya queda poco. Cuando lleguemos te dejaré descansar.
Gracias, Chloe. Gracias por ayudarnos.
Poco después llegamos a Ciudad Iris. Dejamos a nuestros Pokémon descansar mientras fuimos a hablar con Lance, que se encontraba allí dirigiendo los movimientos de los líderes de Gimnasio, del Alto Mando y de algunos entrenadores fuertes que se ofrecieron a ayudar.
Tras una angustiosa conversación me atreví a preguntarle a Lance:
¡Pero tiene que haber alguna manera de detenerlos! ¿Tienes idea de qué podemos hacer, Lance?
Puede que... No, sólo es una leyenda, sería en vano.
¡Prefiero hacer algo que luego no sirva para nada a quedarme aquí sentada viendo cómo destruyen ciudades y cómo muere gente!
Le grité a Lance sin pensármelo dos veces, y no me arrepiento.
Hubo un incómodo silencio.
Lugia y Ho-Oh. Sólo son una leyenda, pero visto que Articuno y los otros también lo eran...
¿Dónde podemos encontrar a Lugia y Ho-Oh?
Lugia se encuentra en las Isla Remolino, y Ho-Oh... Justo aquí, en la Torre Campana.
¡Yo iré a por Lugia! Chloe, encárgate tú de Ho-Oh.
Débora montó sobre su Dragonite y emprendió el viaje hacia las Islas Remolino.
~~***~~
Allí estaba, frente a mí, la Torre Campana. Subí fácilmente los pisos, que, aunque eran muchos, sólo se trataba de subir escaleras. Poco después llegué a dónde debía encontrarse Ho-Oh.
Oí un ruido, pisadas. Me giré y vi que era una Chica Kimono.
En ese momento aparecieron las otras Chicas Kimono.
Una de ellas sacó una extraña campana de un color dorado. Las Chicas Kimono empezaron a bailar. Pensé que se trataría de un ritual para atraer a Ho-Oh o algo parecido. Cuando terminaron de bailar se fueron sin decir palabra. Me quedé perpleja. Pero, de repente, una extraña luz apareció. Me asusté. De la luz apareció Ho-Oh.
Di un paso atrás, algo asustada. Dos de mis Pokéballs se movieron y de ellas salieron mi Feraligatr y mi Umbreon, que se pusieron entre Ho-Oh y yo, dispuestos a atacar.
Es admirable la valentía de mis Pokémon.
Ho-Oh, seguía mirandome, indiferente.
Necesitamos tu ayuda para detener a Articuno, Zapdos, Moltres, Raikou, Entei y Suicune. También estamos buscando a Lugia.
Contuve la respiración. ¿Qué pretendería hacer Ho-Oh?
¡Telepatía! Devolví a Umbreon y Feraligatr a sus Pokéballs y Ho-Oh me invitó a montar sobre él. Bajamos de la torre.
Ahora solo faltaban Débora y Lugia.
~~***~~
A la mañana siguiente seguíamos sin noticias de Débora. Me pasé toda la mañana mirando al cielo, pero nada.
Me levanté del suelo, pues allí me había sentado. Me di la vuelta para ir con Lance, pero no sin hechar un último vistazo.
Todos se acercaron y miraron al cielo.
Todos nos alegramos. ¡Ya habian vuelto! Unos minutos después, Lugia llegó.
Me quedé destrozada.
Las tres aves legendarias nos atacaron por sorpresa. Le dieron... La derribaron y cayó al mar. No pensé ni en buscarla, pues el ataque combinado de Articuno, Zapdos y Moltres era realmente poderoso, era imposible que hubiera sobrevivido a un golpe como ese. Contraataqué y huyeron.
Tenemos que acabar con esto YA.
~~***~~
La batalla fue... No sé cómo explicarlo. Ciudad Iris quedó prácticamente destruida. Muchos habían muerto... Lugia también. Sólo quedaban Ho-Oh y Suicune en pie. Ho-Oh estaba muy cansado... Tenía que ayudarlo.
Suicune parecía asustado, pero lanzó un poderoso hidrobomba contra Ho-Oh.
Ho-Oh cayó al suelo, abatido.
¡Raichu, Feraligatr, entretened a Suicune!
Mis Pokémon lucharon como pudieron contra Suicune, mientras yo me acercaba a Ho-Oh.
Fue lo último que dijo. Me volví a ver a mis Pokémon. Raichu seguía combatiendo a duras penas y Feraligatr yacía en el suelo. Me acerqué. No tenía respiración.
Lloré, no pude evitarlo, ya eran demasiadas muertes para mí: Yasmina, Débora, Ho-Oh, Feraligatr y muchos otros...
Todos mis otros Pokémon estaban debilitados, solo quedaba Raichu. Pero, mi dulce y tímida Raichu... ¿Qué iba a hacer contra Suicune?
Raichu usó Trueno, golpeando fuertemente a Suicune. Cuando Suicune cargaba un Rayo Hielo, y Raichu se preparaba para el final, un Dragonite atacó ferozmente a Suicune por la espalda.
Detrás de aquel Dragonite vi a Lance, estaba malherido pero todavía tenía fuerzas para darle órdenes a su Pokémon.
Conseguimos derrotar a Suicune, ¡todo había acabado! ¡Todas aquellas muertes no fueron en vano!
De repente, Lance se desplomó.
~~***~~
Aquí estamos, 2 años después. Prácticamente todo ha vuelto a la normalidad. Ahora estoy combatiendo contra Lance. Se recuperó de sus heridas. Y bueno, parece que tengo a Lance contra las cuerdas.
¡Umbreon, esquivar y Bola Sombra!
Ambos Pokémon obedecieron, mi Umbreon esquivó el Rayo Hielo y lanzó un acertado Bola Sombra que debilitó al Dragonite.
Bueno... ¡quién lo iba a pensar! ¡Parece que Johto tiene una nueva campeona!
~FIN~